Vendimia 2025 en Rueda: por qué se vendimia de noche
En Rueda, la vendimia empieza cuando el termómetro baja y el viñedo se queda en silencio. La uva se corta de noche para preservar los compuestos aromáticos y la acidez natural, reduciendo oxidaciones y evitando que la fruta entre caliente a bodega. La menor temperatura frena la actividad enzimática y microbiana, de modo que necesitamos menos intervención y el mosto se mantiene más limpio. Ese arranque frío permite fermentar a bajas temperaturas con mayor control y fijar el perfil que buscamos: pureza de fruta blanca, trazo anisado y tensión. No es una moda; es técnica aplicada al terruño. En una zona de clima continental con grandes contrastes térmicos, la noche se convierte en la mejor aliada del Verdejo.
El trabajo real no empieza con la primera máquina, sino semanas antes. Caminamos las parcelas, catamos bayas y medimos madurez fisiológica además de analítica: no solo azúcares y acidez, también textura de piel, pepita y sabor. Con esa información montamos un plan de recepción por franjas horarias para que cada remolque tenga depósito asignado y estilo previsto. Así separamos por suelos y exposiciones, y decidimos si habrá breve maceración pelicular o prensa directa. En bodega, las líneas se preparan como un quirófano: limpieza meticulosa, inertes listos, prensas programadas y desfangado frío para mostos más finos. Cuanto más corto es el viaje de la cepa al depósito, más nítido se expresa el origen.
El orden de campaña sigue una secuencia conocida: primero entran las variedades de ciclo corto y, unos días después, el Verdejo cuando el grano cruje y la pulpa “pide” prensa. La mayor parte de la vendimia es mecanizada y nocturna, lo que permite reaccionar exacto al punto de madurez y recoger más superficie en menos horas. Nuestro protocolo es quirúrgico: rutas cortas, descargas escalonadas, sulfitado mínimo, protección con gas inerte y fermentaciones frías para potenciar hinojo, pera y manzana y notas de frutas de hueso, con ese final amargo elegante tan propio de la variedad. La separación de mostos yema y primeras fracciones, junto con un desfangado preciso, marcan después la textura y la claridad del vino. Todo suma para que cada parcela cuente su historia sin ruido.
La vendimia Rueda 2025 llega con buenas expectativas de sanidad y un ritmo más pausado que en campañas tempranas de la última década. Eso nos permite apurar decisiones parcela a parcela y sostener una recepción constante sin cuellos de botella. Si el tiempo respeta las noches frescas y el viento limpia la humedad al amanecer, veremos Verdejos precisos, con fruta limpia y nervio. Nuestro objetivo no cambia: cortar en el punto, entrar rápido, fermentar con calma y embotellar sin disfraz. Al final, la razón de la vendimia nocturna es simple y exigente: poner la técnica al servicio del terruño para que el vino hable claro de Rueda.


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